martes, 10 de marzo de 2015

LIBROS RECOMENDADOS

Sobre la muerte y los moribundos
Autor: Elisabeth Kubler-Ross
Editorial: Debolsillo


Una luz que se apaga      
Autor: Elisabeth Kubler-Ross
Editorial: Pax México


La rueda de la vida
Autor: Elisabeth Kubler-Ross
Editorial: Zeta


La muerte un amanecer
Autor: Elisabeth Kubler-Ross
Editorial: Luciernaga


El profundo dolor del adiós
Autor:
Editorial: Promolibro


Todo pasa... Y esto también pasará
Martha Alicia Chávez
Editorial: Grijalbo


Lo que se ama, ¡jamás se pierde!
Autor: Raquel Levinstein
Editorial: panorama editorial


Estoy en duelo
José Carlos Bermejo Higuera
Editorial: PPC



 

LOS APEGOS: LAS PÉRDIDAS DE LAS FIGURAS SIGNIFICATIVAS




Desde el vientre materno se forma nuestro primer vinculo, cuando nacemos tenemos esa necesidad de tener contacto con nuestra madre o cuidador, manifestándolo con un llanto para ser arrullados, protegidos y cuidados, además de la atención a las necesidades fisiológicas de esa etapa debido a la dependencia con esa persona. Por lo tanto el apego es el vínculo emocional que desarrollamos con nuestros padres, abuelos, tíos, nanas u otros que son la persona que proporciona la fuente de seguridad emocional de base de esa persona que apenas crece. 


Entonces ¿Qué ES UN APEGO? Es el vínculo emocional es una relación íntima, importante y profunda que establecemos los seres humanos, se caracteriza por ser una relación estable y duradera en el tiempo. 


Según estudios recientes se considera que el apego es uno de los aspectos más importante en el desarrollo del niño, es considerada una necesidad biológica debido a que desde pequeños necesitamos vivir vinculados a otras personas que nos cuiden, nos quieran y nos protejan, así mismo el apego proporciona seguridad emocional del niño, autoestima, confianza, autonomía y efectividad para enfrentar al mundo. El ser aceptado, crea por lo general la tendencia a formar vínculos sanos con algunas personas que nos rodean y la calidad del apego va a influir en el comportamiento del menor hasta su vida adulta. 


La tesis fundamental de la Teoría del Apego es que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto (persona con que se establece el vínculo).


Existen varios tipos de apegos que enseguida explicaré:


Apego seguro: Se da en el 65% de los bebés, este se da cuando la persona que cuida demuestra cariño, protección, disponibilidad y atención a las señales del bebé, lo que le permite desarrollar un concepto de sí mismo positivo y un sentimiento de confianza. Los bebés con este tipo de apego exploran de forma activa mientras están solos con la figura de apego, y pueden intranquilizarse visiblemente cuando los separan de ella. A menudo el bebé saluda a la figura de apego con afecto cuando regresa, y si está muy inquieto, tratará de entrar en contacto físico con ella.


Apego ansioso: Los bebés con este tipo de apego tratan de mantenerse cerca de la figura de apego y exploran muy poco mientras ella está presente. Se inquietan mucho cuando ésta se marcha, pero cuando regresa su reacción es ambivalente: permanece en su cercanía, pero pueden resistirse al contacto físico con ella mostrándose molestos por el abandono. Se muestran sumamente cautelosos con los extraños, aún en presencia de la figura de apego. No tienen expectativas de confianza respecto al acceso y respuesta de sus cuidadores, debido a la inconsistencia en las habilidades emocionales. Es evidente un fuerte deseo de intimidad, pero a la vez una sensación de inseguridad respecto a los demás.


Puede ser de dos tipos:


-Apego ambivalente:
En este caso los niños responden a la separación con angustia intensa y mezclan comportamientos de apego con expresiones de protesta, enojo y resistencia. Debido a la inconsistencia en las habilidades emocionales de sus cuidadores, estos niños no tienen expectativas de confianza respecto al acceso y respuesta de sus cuidadores.


-Apego evitativo:  
El apego evitativo se da cuando el cuidador deja de atender constantemente las señales de necesidad de protección del niño, lo que no le permite el desarrollo del sentimiento de confianza que necesita. Se sienten inseguros hacia los demás y esperan ser desplazados sobre la base de las experiencias pasadas de abandono.


 
Apego desorganizado/desorientado: El bebé puede mostrarse confuso permaneciendo inmóvil o acercarse para luego alejarse de forma abrupta a medida que la figura de apego se aproxima.


El ser humano es extremadamente social, viene al mundo a formar vínculos, a amar, a comprometerse, a disfrutar con éstos y a arriesgarse al sufrimiento de perderlos, es parte de la vida. Las relaciones que entablamos a lo largo de nuestra vida son su gran fuerza y su gran debilidad. La felicidad y el bienestar producidos por el amor son equivalentes al dolor y el sufrimiento producidos por su falta. Y esto aplica directamente en las pérdidas que experimenta el ser humano en toda su vida, donde tiene que elaborar distintos duelos que se desencadenan a partir de la pérdida de un ser querido.


Las separaciones de cualquier tipo; temporales y permanentes han sido el objeto de estudio y el punto de partida desde el cual se construyó la teoría del apego.


Bowlby en 1980 refiere “La pérdida es una de las experiencias más dolorosas que un ser humano puede sufrir. Y no sólo es dolorosa de experimentar, también es doloroso ser testigo de ésta, especialmente porque nos sentimos impotentes para ayudar. Al deudo nada excepto el retorno de la persona perdida puede traerle verdadero consuelo, por ende lo que le proveemos es sentido como un insulto”.


La importancia del desarrollo de un apego seguro es para el buen desenvolvimiento durante la vida de cada una de las personas. Cada etapa del desarrollo humano tiene funciones propias que provocan un equilibrio o desequilibrio en la persona según sea o no resuelta satisfactoriamente, y para que el niño enfrente de la manera más saludable y positiva cada una de dichas etapas, es fundamental el desarrollo de la seguridad realista acerca de las posibilidades de un enfrentamiento positivo con el ambiente. Cada individuo puede variar a través de la experiencia en su reacción característica hacia la vida aunque los primeros años marquen de manera trascendental nuestra confianza hacia el mundo externo e interno.


El problema surge cuando le atribuimos a ese ser querido que ha fallecido un significado y cuando no está o lo perdemos llega el desequilibrio emocional o la pérdida de nuestra persona, de nuestro sentido de vida. El cambio en la identidad personal implica que la persona que se encuentra en duelo sea capaz de desarrollar una nueva imagen de sí mismo, en la cual la conexión con esa figura de apego que ha fallecido sea vista como algo del pasado, y ya no del presente.  Es parte de la elaboración del duelo sano.


El apego no es malo, sino el manejo y la dependencia que se crea a partir de él, el creer que sin la fuente de apego no podemos ser felices, es decir al significado que le damos al mismo. Tampoco el desapego es malo, no es indiferencia, no es desinterés, no es desamor, no es insensibilidad, no es egoísmo… es madurez emocional es decir, buen control de las emociones, es asertividad, es libertad.



Escrito por:
Marcela Esmeralda De La Torre Bueno


 


 


 






lunes, 9 de marzo de 2015

REFLEXIONES Y FRASES SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE



VIVIRE


Viviré este día como si fuese
el último de mi existencia.
Hoy acariciare a mis hijos
mientras son niños aun;
mañana se habrán ido,
y yo también.
Hoy abrazare a mi mujer
dulcemente y la besare,
mañana ya no estará,
ni yo tampoco.
Hoy le prestare ayuda al
amigo necesitado: mañana
ya no te aclamara pidiendo
ayuda, ni tampoco yo podré
oír su clamor.
Hoy me sacrificare y me
consagrare al trabajo;
mañana no tendré nada que dar
y no habrá nada que recibir.
Viviré este día como si
fuese el último día de mí
existencia. Y si no lo es
daré las gracias.


Hay que tratar de sobrellevar las perdidas y honrar la memoria de nuestros seres amados tratando de entrar la felicidad; se positivo y pronto lo lograrías; solo recuerda los momentos gratos que pasaron juntos.
Anónimo
---
La muerte es un castigo para algunos,
para otros un regalo, y para
muchos un favor.
Séneca
---
Así como una jornada bien empleada
produce un dulce sueño, así una vida
bien usada causa una dulce muerte.
Leonardo Da Vinci
---
La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo.
Epicuro de Samos
---
Cuando uno no sabe aún lo que es la vida,
¿Cómo podría conocer lo que es la muerte?
Confucio
---
No le temo a la muerte, sólo que no me gustaría estar allí cuando suceda.
Woody Allen
---
¿Miedo a la muerte? Uno debe temerle a la vida, no a la muerte.
Marlene Dietrich
---
La muerte para los jóvenes es naufragio y para los viejos es llegar a puerto.
Baltasar Gracián
---
Recordar que uno va a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que hay algo por perder. Ya se está indefenso. No hay razón alguna para no seguir los consejos del corazón.
Steve Jobs
---
Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida.
Mario Benedetti
---
A la muerte se le toma de frente con valor y después se le invita a una copa.
Edgar Allan Poe
---
Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte,
los valientes gustan la muerte sólo una vez.
William Shakespeare
---
El día de tu muerte sucederá que lo que tú posees en este mundo pasará a manos de otra persona. Pero lo que tú eres será tuyo por siempre.
Henry Van Dyke
---
La muerte no es más que un sueño y un olvido.
Mahatma Gandhi
---
Algo hay tan evidente como la muerte y es la vida.
Charles Chaplin
---
"La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos."
Antonio Machado
---
"La muerte sólo tiene importancia en la medida en que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida".
André Malraux
---
Diferentes en la vida, los hombres son semejantes en la muerte.
Lao-Tsé
---
"La muerte es una vida vivida.
La vida es una muerte que viene".
Jorge Luis Borges
---
Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo.
Platón
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La muerte es el remedio de todos los males; pero no debemos echar mano de éste hasta última hora.
Molière
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Al palpar la cercanía de la muerte, vuelves los ojos a tu interior y no encuentras más que banalidad, porque los vivos, comparados con los muertos, resultamos insoportablemente banales.
Miguel Delibes
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La muerte es dulce; pero su antesala, cruel.
Camilo José Cela
---
He meditado a menudo sobre la muerte y encuentro que es el menor de todos los males.
Francis Bacon
---
No le tengo miedo a la muerte, a lo que sí le tengo respeto es al trance, el ir hacia allá. Confieso que tengo curiosidad por saber de qué se trata.
Atahualpa Yupanqui
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La pálida muerte lo mismo llama a las cabañas de los humildes que a las torres de los reyes.
Horacio
---
Temer al amor es temer a la vida, y los que temen a la vida ya están medio muertos.
Bertrand Arthur William Russell
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Cada instante de la vida es un paso hacia la muerte.
Pierre Corneille
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Cuando no se teme a la muerte, se la hace penetrar en las filas enemigas.
Napoleón Bonaparte
---
La muerte no es más que un cambio de misión.
Leon Tolstoi
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Conviene reír sin esperar a ser dichoso, no sea que nos sorprenda la muerte sin haber reído.
J. deLa Bruyère
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No basta con pensar en la muerte, sino que se debe tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre".
Stefan Zweig---
A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd.
Alphonse de Lamartine
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La muerte se paga viviendo.
Giuseppe Ungaretti
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La primera condición para la inmortalidad es la muerte.
Stanislaw Jerzy Lec
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La muerte no espera a ninguno.
Don Bosco
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La muerte es cobarde para los que no la huyen y animosa para los que la temen.
Lope de Vega
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La muerte, para llamarla por su nombre, es la real finalidad de nuestra vida. Por ello es que de unos años a esta parte he hecho relación con esta verdadera amiga del hombre.
Wolfgang Amadeus Mozart
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Cuando eres consciente de la muerte, acabas asumiendo tu propia soledad.
Rosa Regàs
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Conviene vivir considerando que se ha de morir; la muerte siempre es buena; parece mala a veces porque es malo a veces el que muere.
Francisco de Quevedo
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Como un mar, alrededor de la soleada isla de la vida, la muerte canta noche y día su canción sin fin.
Rabindranath Tagore
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No me preocupa la muerte, me disolveré en la nada.
José Saramago
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"Lo que pensamos de la muerte sólo tiene importancia por lo que la muerte nos hace pensar de la vida."
Charles de Gaulle
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Es más fácil soportar la muerte sin pensar en ella, que soportar el pensamiento de la muerte.
Blaise Pascal
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Una muerte bella honra toda la vida.
Francesco Petrarca
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La muerte se lleva todo lo que no fue, pero nosotros nos quedamos con lo que tuvimos.
Mario Rojzman
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Un viaje es una nueva vida, con un nacimiento, un crecimiento y una muerte, que nos es ofrecida en el interior de la otra. Aprovechémoslo.
Paul Morand
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El hombre que no percibe el drama de su propio fin no está en la normalidad sino en la patología, y tendría que tenderse en la camilla y dejarse curar.
Carl Gustav Jung
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La perfección es muerte; la imperfección es el arte.
Manuel Vicent
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La muerte es el comienzo de la inmortalidad.
Maximilian Robespierre
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Me anuncian la muerte de uno cuya presencia no me entusiasmaba y pienso: yo no pedía tanto.
Sacha Guitry

viernes, 6 de marzo de 2015

SUFRIMIENTO

EL SENTIDO DEL SUFRIMIENTO.

 

La llegada a la vida siempre abre ante nosotros un camino a recorrer, una gran aventura que surge incluso antes de nacer, probablemente desde el mismo instante en que somos concebidos. Un camino pleno de desafíos, retos, ilusiones, proyectos, alegrías; pero también de momentos de tristeza y experiencias de dolor.


Nacemos y crecemos con una mochila a nuestra espalda que cada vez está más llena, puesto que con cada paso quedamos en este camino que es la vida sembramos y recogemos constantemente. Así pues, con el paso del tiempo observamos como el ritmo de nuestros pasos va sufriendo diferentes cambios.


Todo caminante gana y pierde en su camino, ríe y llora, sufre y ama, pero sobre todo aprende. Lamentablemente muchos de nosotros pensamos que somos sujetos invencibles, incluso invulnerabilidad se rompe en mil pedazos y nos damos cuenta de cómo en cuestión de minutos, todos nuestros planes y proyectos parecen difuminarse para enfrentarlos a algo que jamás podríamos haber imaginado.


La vida es un proceso de constantes perdidas y con cada una de ellas surge un nuevo reto que nos invita a vencerlo. La máxima expresión de la perdida es la muerte de un ser querido; esta experiencia, devastadora en gran cantidad de ocasiones, nos enfrenta directamente con nuestra propia finitud, pero lógicamente también con la nuestros seres queridos. La experiencia de la muerte puede aparecer en cualquier momento de nuestro caminar en la vida, y con ella nos damos cuenta de que no siempre la naturaleza sigue un camino predecible, no siempre es primero el padre, luego el hijo el nieto quien muere en este orden. Nada nos dice, aun por mucho que lo deseamos que este será el orden lógico en el que nuestros seres queridos nos irán dejando.


ENFRENTARSE AL DOLOR.


La presencia de la muerte es amenazante y algo muy común es ver el gran sufrimiento por la pérdida de un hijo. Estas son quizá las vivencias las que nos enfrentan de manera más real al dramatismo que la vida en su expresión más cruel nos pone por delante.


Se ha observado también como el ser humano reacciona de distintas formas a una experiencia y dependiendo de sus habilidades de afrontamiento que ha cosechado y recogido a lo largo de su vida se puede  enfrentar al dolor transformándolo o dejándose vencer por el sufrimiento. En ocasiones la psicoterapia significa estar con alguien mientras toda la angustia y soledad aparece y lo que hace el terapeuta es proporcionar de espacio y tiempo en el que  el protagonista vierte, sin miedo al abandono ni a la crítica, su dolor.


De acuerdo con Stephen levine, “para poder ayudar si eres quien eres eso basta”. Si te complaces en un sentimiento de no ser bastante, de necesitar dar más, no se trascenderá al pequeño ego que se aferra. Solo la presencia incondicional del acompañante a través de una mano tendida puede hacer más que mil palabras vacías.


LA OSCURIDAD DEL MIEDO


Cuando se sufre la pérdida de un ser querido los significados cambian, el caminar se torna tortuoso y el terreno se abre de manera similar a un terremoto que puede destruir lo mejor construido. La muerte envuelve y afectados por los introyectos almacenados, como desde la cultura en que hemos sido educados y que no nos ha permitido integrarla como parte de la vida, se cae en un pozo de sufrimiento, importancia y desesperación.


La creación de grupos de autoayuda para padres dolientes por la misma experiencia, colaboración, en centros o fundaciones que nacen como homenaje al hijo fallecido, son solo una muestra de la amplia gama de posibilidades que ayudan a reedificar lo derruido y reinventarse como personas.


A medida que se aprenden las lecciones de la perdida, se puede afrontar la vida con otras propiedades, con un criterio más claro en relación con lo que es importante y lo que merece atención. En este sentido, aunque la pérdida puede ser dañina, también puede reorientar nuestra renovación. De acuerdo con Thomas Attig, aunque la pérdida de un ser querido no puede escogerse, el duelo es un proceso lleno de posibilidades.


Cuando se cae en el pozo de dolor, la vida no acaba, se transforma; enfrentarse al mismo y dejarse envolver por su presencia debe afrontarse. Cuando se tiene la valentía de enfrentarse su propia finitud y abordar su agonía y dolor, regresa convertido en una persona nueva en la que combina la tranquilidad, el vigor y un profundo conocimiento.


LA LUZ DE LA ESPERANZA


Desde el descanso del caminante y en el recuerdo de lo sufrido, se puede tomar conciencia de la importancia de la esperanza en los procesos del dolor. Cuando las amenazas de enfermedad o muerte arrancan de las manos las riendas de la vida, podemos sentirnos atrapados en el interior de una minúscula habitación oscura; limitados por paredes asfixiantes que cada vez se sienten más próximas, como si fueran acercándose entre ellas con el fin de aplastarnos. Es el sufrimiento experimentado desde ese estado que somos incapaces de darnos cuenta de la existencia, siempre presente, de un rayo de luz. A veces de trata de un hilo luminoso capaz de iluminar dándonos un punto de referencia que nos guía en nuestra desorientación. Es la luz de la esperanza.


Gómez Sancho explica que la esperanza es un término abstracto, puede soportar muchas definiciones, pero todas tienen en común la expectativa de un bien que está por venir.


La esperanza es esencial, los seres humanos no pueden resistir mucho tiempo sin ella; cuando alguien se le quita la esperanza suele caer en estados depresivos que, sea cual sea el fin, su vida se hace miserable.


El objetivo de la esperanza también sufre sus cambios; no todas las enfermedades  se curan y no todos los enfermos se salvan. Cuando la muerte es inminente debe aceptarse como tal, puesto que no es más que una parte de la vida, la parte final de nuestro camino, el último tramo al que todos llegamos, y quizá el inicio de una travesía. También los últimos momentos tienen que estar cargados de esperanza.


AYUDAR A PARTIR

Compartir el último tramo de vida de un ser querido es una experiencia cargada de significados  y emociones. Como se transcurre este periodo contribuirá a favorecer o negar el proceso de despedida. Generar un acercamiento autentico hacia quien va a morir es contribuir a ayudarle a “soltar amarras”.


Trabajar en la despedida es uno de los actos de amor más sublimes que pueden hacerse en vida; cerrar asuntos inconclusos, compartir sentimientos y abrir corazones desde el amor, favorecerá no solo que la persona que va a morir pueda vivir la etapa final de su vida de forma serena, sino que sus familiares o cualquier

Integrante de su entorno inmediato puedan iniciar con mayor seguridad la sana elaboración del duelo.


Para que la familia del moribundo elabore un duelo Fonnegra de Jaramillo considera los siguientes puestos: compartir información honesta y veraz; la participación familiar en los cuidados del ser querido en la toma de decisiones; respetar las reacciones de cada integrante de la familia; anticipar la muerte; hablar de la muerte; dar propiedad a necesidades, deseos y expectativas del enfermo; permitir el descanso; encontrar un sentido a la enfermedad y permitirse planear un futuro estado en la vida.


EL VALOR DE LO APRENDIDO.


Puede sentirse el peso del sufrimiento y las heridas de las caídas, pero si se ahonda en el interior también se será consciente del valor de lo aprendido, quizá sea un buen momento para escuchar al corazón, encontrarse con uno mismo y tomar conciencia de nuestro estado en la vida.


Orígenes raíces y consecuencias del sufrimiento.


Sufrimiento y dolor no son sinónimos, el primer constituye un fenómeno más amplio que el dolor, abarca más dimensiones y tiene muchas causas, de las cuales el dolor es una de ellas. No todos los que sufren sufren de dolor, ni los que sufren padecen dolor. Las pérdidas, miserias, culpas y maldad son fuentes del sufrimiento humano pero para que en la realidad se dé el sufrimiento es necesario que el sujeto reciba la amenaza de destrucción o desintegración total e inminente de su vida. El hombre sufre de modos diversos, es más amplio que la enfermedad, más complejo y enraizado en la humanidad. La soledad acompaña al sufrimiento, pues llega al límite del aislamiento y de la incomunicación poniendo en peligro la esperanza. El hombre no es soledad, sino capacidad y necesidad de comunicación.


Un nivel de soledad, aceptada, elegida y querida puede enriquecer al ser humano. Sin embargo, una soledad vivida bajo la sensación  de no pertenecer al mundo es difícil de soportar. El miedo a la soledad es otra forma de miedo a la libertad, del riesgo de ejercer la existencia.


Lo que debe predominar en la existencia humana es no dejarse anular por las contingencias. Para sanar y otorgarle sentido al sufrimiento hay que ayudar a salir de la frustración, pues ayuda a mantener la esperanza y la apuesta por dar sentido al vivir.


Para sanar el sufrimiento y darle sentido, hay que incorporar además de la paciencia, la esperanza. La posibilidad de humanizarnos es constante a lo largo de la vida, sin embargo cobra más conciencia cuando se sufre.


 

Escrito por:

Gustavo Abarca

 

 

CULPA, PERDÓN Y RECONCILIACIÓN


La culpa, el perdón y la reconciliación un tema muy relevante en la vida y en el proceso de la muerte.
La definición de CULPA según la psicología nos señala que es: Acción u omisión que provoca un sentimiento de responsabilidad por un daño causado. Como católicos desde muy pequeños entendemos lo que es la culpa, ya que se nos habla de pecado por el daño que hiciste a tu compañerito o a tu hermano y crecemos llenos de culpas destructivas hasta la edad adulta. Se dice que la culpa es una de las armas más poderosas para dominar y controlar al otro, para conseguir que el otro actúe como nosotros queremos. Debemos trabajar los sentimientos de culpa que tenemos en nuestro interior ya que como se dice “La culpa es como un guardián que permanece escondido, sin reflexión, actúa y ataca sin preguntar”.
Lo que viene después de una falta o un daño a una persona que hemos ofendido, es el perdón. El tema del perdón es muy importante en el desarrollo de la personalidad y en la superación de enfermedades, sobre todo cuando estamos en el límite entre la vida y la muerte. Como seres humanos necesitamos creer en la experiencia del perdón como un recurso sanador físico, mental y espiritual. Cuando no se es capaz de dar ese gran regalo del perdón se crea un sentimiento de rencor que es como una espina clavada en el corazón, que cada vez que la tocan, vuelve a doler, o peor aún, como un tumor que crece y hace metástasis, enfermando órganos sanos. Y en eso se convierte en enfermedad, enfermedad del alma y del cuerpo.

Como antes lo mencione, el perdón es un regalo, que no todos somos capaces de dar, ni dignos de recibir. El perdonar es una decisión y un aprendizaje tras una experiencia dolorosa, pero finalmente una experiencia única, porque nos quita cargas, haciendo más ligero el costalito que venimos cargando toda la vida.
Tras la experiencia del perdón surge otra decisión aun más difícil, como es la reconciliación. La reconciliación es dar la oportunidad de vivir y reconstruir una nueva vida, superando todos los obstáculos del rencor y darte la oportunidad de vivir una vida sana.  “Perdonar y reconciliar es vivir como el ave fénix: desarrollar la capacidad de renacer de las cenizas del rencor para ofrecer el perdón y la reconciliación”.

No perdamos la oportunidad de tener una segunda oportunidad.


Escrito por:
Sandra Guadalupe De La Torre Bueno

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